Beneficios de la electroestimulación en logopedia: disfagia y motricidad orofacial

En los últimos años, la logopedia ha incorporado nuevas herramientas terapéuticas que potencian los tratamientos tradicionales. Una de las técnicas más innovadoras y con mayor respaldo científico es la electroestimulación neuromuscular (NMES, por sus siglas en inglés). Esta técnica está dando excelentes resultados en pacientes con disfagia y alteraciones de la motricidad orofacial. Pero ¿en qué consiste exactamente y cuáles son sus beneficios?

¿Qué es la electroestimulación en logopedia?

La electroestimulación consiste en la aplicación de pequeñas corrientes eléctricas a través de electrodos colocados en la piel, sobre los músculos que se quieren estimular. En el ámbito logopédico, se utiliza para mejorar la función de los músculos implicados en la deglución, la articulación del habla, y otras funciones orofaciales.

Este tipo de estimulación puede activar músculos que han perdido fuerza o coordinación, ayudando a restablecer patrones motores adecuados.


Aplicación en disfagia: cuando tragar se vuelve un reto

La disfagia es la dificultad para tragar de forma segura y eficaz, y puede aparecer en pacientes con daño neurológico (como ictus, Parkinson o ELA), enfermedades degenerativas o incluso en personas mayores.

La electroestimulación en disfagia se utiliza para:

  • Mejorar la fuerza y coordinación de los músculos deglutorios.
  • Estimular el reflejo de la deglución.
  • Reducir el riesgo de aspiraciones.
  • Aumentar la eficacia del tratamiento logopédico tradicional.

La combinación de ejercicios orales con electroestimulación puede acelerar la recuperación de la función deglutoria y mejorar la calidad de vida del paciente.


Beneficios en motricidad orofacial

La motricidad orofacial se refiere al funcionamiento de los músculos de la cara, labios, lengua y mandíbula. Las alteraciones en esta área pueden afectar la alimentación, el habla, la respiración o la estética facial.

La electroestimulación puede ser una herramienta muy útil en:

  • Parálisis facial: ayuda a mantener el tono muscular y prevenir atrofias.
  • Hipotonía oral (como en algunos síndromes genéticos o en bebés prematuros): mejora el tono y la funcionalidad de labios, lengua y mejillas.
  • Trastornos articulatorios: complementa el trabajo logopédico mejorando la precisión del movimiento.
  • Bruxismo o disfunciones mandibulares: puede contribuir a relajar musculatura hiperactiva.

¿Es segura la electroestimulación?

Sí, siempre que sea aplicada por un profesional cualificado y tras una evaluación individualizada. En el ámbito logopédico, se adapta a las necesidades del paciente y se combina con terapia activa, lo que multiplica los resultados.

Es una técnica no invasiva, indolora y bien tolerada por adultos y niños.


Conclusión

La electroestimulación no sustituye la terapia logopédica tradicional, pero la complementa y potencia. Su uso en casos de disfagia y motricidad orofacial está demostrando ser eficaz para mejorar la funcionalidad, acelerar la rehabilitación y ofrecer mayor calidad de vida a los pacientes.

En nuestra consulta, apostamos por tratamientos basados en la evidencia científica y adaptados a cada caso. Si quieres saber más o crees que puede ayudarte, no dudes en contactarnos.

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