El trastorno de la deglución o disfagia se caracteriza por la dificultad en la preparación del bolo alimenticio o en el desplazamiento del mismo de la boca al estómago. Este trastorno afecta a más de la mitad de los ancianos institucionalizados en residencias geriátricas y un alto porcentaje de los que sufren enfermedades neurodegenerativas (E. Alzheimer, E. Parkinson), ACV o neoplasias de cabeza y cuello que, en muchas ocasiones no llega a diagnosticarse por su desconocimiento y puede tener consecuencias muy importantes para la salud como:
- Malnutrición
- Deshidratación
- Neumonía por aspiración
La detección del trastorno y el tratamiento precoz de los síntomas por parte del logopeda será crucial para evitar a tiempo complicaciones muy severas. Por esto, en este artículo voy a exponer algunos signos de alerta y varios consejos para familiares y cuidadores de estos pacientes.
Signos de alerta
- Carraspeo frecuente
- Tos durante las comidas o después de las mismas
- Babeo e incompetencia labial
- Residuos de alimento en la lengua o las encías
- Salida del alimento por la nariz
- Pérdida de peso
- Fiebre sin causa aparente
- Neumonía
9 consejos para cuidadores de pacientes con disfagia
Hay que tener en cuenta que los seres humanos no comemos solamente para obtener los nutrientes necesarios para vivir, sino que también comemos para disfrutar del sabor de los alimentos. No debemos olvidar esta faceta placentera de la alimentación cuando preparemos una comida para una persona con limitaciones en la dieta o con sensibilidad reducida. A continuación se ofrecen algunos consejos para mejorar el momento de la comida:
- Crea un ambiente tranquilo para comer, evita los ruidos y las distracciones.
- Comer sin prisa y utilizando las medidas de seguridad necesarias.
- Deja que la persona coma por sí misma siempre que sea posible, de esta manera fomentarás su autonomía y se sentirá más cómoda.
- Asegúrate de que la persona se encuentre a una distancia adecuada del plato, lo suficientemente cerca.
- Las limitaciones que suponen algunas dietas pueden provocar que la persona pierda las ganas de comer por lo que resulta imprescindible cuidar la presentación de los platos para que le parezcan más apetecibles.
- En casos en lo que pueda existir pérdida de sensibilidad conviene potenciar el sabor de los alimentos para que la persona pueda seguir disfrutando de la comida.
- Si el logopeda o el médico han indicado el uso de espesante, asegúrate de que lo use siempre. Aunque parezca que no se atraganta pueden estar produciéndose aspiraciones silentes que pueden llegar a provocar neumonía. En el mercado existe variedad de espesantes con diferentes sabores, conviene probarlos hasta encontrar el que más le guste.
- Revisa siempre la boca de la persona cada vez que trague para comprobar que no quedan restos de alimentos.
- Supervisa todas las comidas, comprueba que la persona utiliza las medidas de seguridad necesarias y sigue siempre las pautas anteriores.
Si presenta disfagia o tiene algún familiar con este trastorno y necesita orientación al respecto, más información o tratamiento para la rehabilitación del problema, no dude en contactarme, estaré encantada de atenderle.